¿Estás buscando una actividad especial para tus clases que, aparte de motivar a los alumnos, les sirva para repasar los contenidos trabajados? Si la respuesta es sí, no dejes de leer las próximas líneas. ¡A mí me funcionó! 😀
En un curso que realicé hace unos meses de innovación educativa me hablaron de la existencia de una fantástica aplicación de móvil que, además de conseguir buenos resultados, lograba aumentar el interés del alumnado hacia la asignatura. Evidentemente, tras estas declaraciones, sentí mucha curiosidad por saber más de dicha aplicación, sobre todo si era cierto todo lo bueno que se decía de ella. Dicho y hecho: indagué, la probé y de veras que obtuve resultados excelentes. Esta aplicación es Kahoot!
Por si aún no la conoces, Kahoot! tiene un formato de preguntas y respuestas, al estilo del concurso «¿Quién quiere ser millonario?», y en ella los alumnos deben hallar la respuesta correcta a las preguntas formuladas por el profesor. Para poder diseñar los ejercicios, tan solo te tienes que registrar en su web de forma totalmente gratuita y empezar a crear pruebas con los contenidos que estés trabajando ese momento en clase o que quieras reforzar. La primera prueba que yo diseñé constaba de diez preguntas, las cuales versaban sobre los distintos contenidos gramaticales y ortográficos que había abordado en la primera evaluación (identificación y distinción de las distintas clases de palabras, reglas de acentuación…) y que quería repasar antes del último examen.
Para «jugar» a Kahoot!, tuve que pedir permiso a los padres para que permitieran a sus hijos traerse el móvil ese día a clase a fin de poder realizar la actividad (también se puede jugar desde el ordenador, metiéndote en su página web, pero el problema de esta opción es que no siempre las salas de informática están disponibles o hay equipos suficientes para todos).
Es muy fácil usar la aplicación: los alumnos tan solo deben descargársela y, una vez que la abran, escribir el código que le aparezca al profesor en su test para poder acceder a él. Al ser un juego en tiempo real, el profesor debe conectar su ordenador a un proyector para que los estudiantes puedan leer las preguntas y ver el color de cada una de las respuestas posibles, ya que en el móvil tan solo aparecen los colores de las respuestas.
Descubrí el éxito de esta actividad no solo al final, sino durante la misma, mientras iban compitiendo entre ellos y emocionándose por acertar las preguntas. Desde luego, los resultados del examen que vino después fueron mucho mejores que los anteriores y encima la clase resultó mucho más amena para ellos.
Desde entonces, siempre que puedo, utilizo Kahoot! los días previos a los exámenes para repasar lo que entra. Es un gran descubrimiento que vale la pena poner en práctica en las clases de Lengua por sus grandes beneficios. ¿A qué esperas para usarla?
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