El signo de párrafo presenta la forma de dos eses enlazadas (§).
Inicialmente el uso de este signo fue el mismo que el del calderón, ya que marcaba el final de un párrafo o verso y el comienzo de otro. Posteriormente, su uso se restringió a los encabezamientos y a los elementos de titulación, señalando el comienzo de un capítulo, sección o apartado.
El uso actual de este signo es establecer una remisión a uno de los apartados en que se divide el texto. Se antepone al identificador numérico o alfanumérico de ese apartado. El signo de párrafo y el identificador numérico o alfanumérico han de aparecer separados por un espacio y no deben quedar en líneas diferentes.
Para una descripción más detallada de las estructuras coordinadas, v. § 3.4.2.