Signo gráfico constituido por dos líneas sinuosas que, al unirse, forman una pequeña punta o vértice en el centro. Aunque en su aplicación principal se utiliza como simple, cuenta con una variante de apertura ({) y otra de cierre (}).
- En cuadros sinópticos o esquemas se emplea para abarcar varios elementos —cada uno escrito en una línea diferente— que se encuentran en el mismo nivel y constituyen una enumeración a partir de un concepto dado, que es el que genera la apertura de la llave. Puede utilizarse de forma recursiva para establecer nuevos niveles. No deben usarse los dos puntos entre el concepto principal y la llave. Se pueden usar rayas o cualquier otro tipo de marcador para resaltar los diferente elementos, aunque la Ortografía no los recomienda por ser gráficamente redundantes y sobrecargar visualmente el texto.
- Como signo doble, encierran distintas alternativas en un determinado contexto. Cuando aparecen escritas en línea seguida, las alternativas se separan mediante barras u otros signos: Prometo {venir/que vendré} mañana a la fiesta.