La coma (,) es un signo de puntuación que delimita unidades inferiores al enunciado. Se escribe pegada a la palabra o el signo que la precede y separada por un espacio de la palabra o signo que le sigue. Marca una pausa breve o débil en la cadena hablada, si bien no todas las pausas breves que se realizan en la lectura de textos deben marcarse tipográficamente:
Estaba tan cambiado | que apenas lo reconocí.
Usos de la coma
- Se emplea para delimitar incisos (secuencias que aportan información complementaria).
Luz y Tomás, amigos de mi hermana, son también profesores.
La casa, que está al borde del mar, es muy luminosa.
- Para enmarcar los vocativos:
Javier, ¿prefieres estudiar Anatomía?
Has de saber, querido mío, que eres una persona muy importante en mi vida.
- Separar los elementos de una enumeración (el último de los miembros va introducido por una conjunción: y, e, o, u, ni):
La novela se ha traducido al inglés, al francés, al italiano y al catalán.
- Delante de una conjunción copulativa si encabeza una secuencia que no se vincula con el último de sus miembros coordinados, sino con todo el predicado o indica una consecuencia:
Visitó Valencia, Castellón y Alicante, y regresó a su país.
Compró unos zapatos, paseó un rato por la avenida, conversó con la gente que se detuvo a
saludarla, y se sintió la persona más feliz del mundo.
- Después de la palabra etcétera (o su abreviatura etc.), se ha de colocar una coma si continúa la oración:
Las fiestas autóctonas, las costumbres populares, los rituales ancestrales, etc., perduran hasta nuestros días.
- Delante de los apéndices confirmativos:
Me llamarás, ¿no?
Has dicho que vas a llegar pronto, ¿verdad?
- Se pone la coma delante de cada uno de los constituyentes de las conjunciones disyuntivas discontinuas: bien… bien…; ora… ora…; ya… ya…; o bien… o bien… Ahora bien, se puede suprimir la primera coma si con ella se separase el sujeto del verbo o este último de un complemento exigido por él:
Organizaremos la comida, bien en tu casa, bien en la mía.
Le dolía ora un brazo, ora una pierna, cuando no todo el cuerpo.
Parecía o bien cansado, o bien disgustado, o bien reconfortado por la ruptura.
- Detrás de un complemento preposicional partitivo antepuesto al verbo:
De los tres, no me convence ninguno.
- Las interjecciones o locuciones interjectivas llevan detrás o delante de ellas una coma (si inician o finalizan la frase) o se enmarcan entre comas (si están en medio del texto).
¡Hola!, ¿cómo estás?
Si yo hablara, ¡vamos!, la que se armaría.
- Ante oraciones coordinadas adversativas:
Parece inteligente, aunque es muy vago.
- Ante oraciones ilativas:
Está lloviendo mucho, así que no te conviene salir a la calle.
- Detrás de oraciones subordinadas adverbiales (salvo que sea muy breve, entonces no es obligatoria la coma):
Aunque le guste leer, hace tiempo que no lo hace.
De haberlo sabido, no hubiera ido a la cena.
Si bebes no conduzcas.
- Detrás de los complementos encabezados por locuciones preposicionales con valor introductorio, del tipo en cuanto a, con respecto a, en relación con, con referencia a, a tenor de…:
En cuanto a los contenidos del trabajo, hablaremos en la próxima sesión.
A tenor de lo visto, concluimos los siguientes aspectos.
- Con adverbios o locuciones adverbiales que modifican a toda la oración y no solo a uno de sus elementos, como efectivamente, generalmente, naturalmente, por regla general, etc., (la coma se coloca detrás de ellos si van al principio del enunciado y entre el resto del enunciado y estos si lo finalizan):
Generalmente, vamos a bailar los sábados.
Vamos a bailar los sábados, generalmente.
- En la datación de cartas y documentos se escribe coma entre el lugar y la fecha, y también entre el día de la semana y el del mes:
Albacete, 27 de julio de 1957.
Jueves, 29 de diciembre de 2011.
- Entre el nombre de una colección y el número del volumen correspondiente:
Biblioteca de Autores Españoles, 24.
- En listados alfabéticos (bibliografías, índices…) se usa la coma para separar los componentes del nombre completo de una persona o los de un sintagma cuando se ha invertido el orden normal de los elementos:
Alarcos Llorach, Emilio: Gramática de la lengua española.
- Detrás de los conectores del discurso:
No obstante, conviene no abusar de la pasiva.
Ahora bien, el tema todavía requiere ser estudiado a fondo.
Nunca se puede colocar coma entre sujeto y verbo.
Excepciones
- Si el sujeto está constituido por una enumeración que termina con la palabra etcétera o su abreviatura (etc.):
Amparo, Adela, Adrián, Antonio, David, Santiago, Jorge, etc., son profesores de la misma materia.
- Si después del sujeto se abre un inciso:
Antonio, María, Amparo, Julia, Virginia y Salva, entre otros, son los que estuvieron en la última reunión.
- En aquellos casos en los que el verbo está elidido, pero se sobreentiende:
Mi sobrino mayor es moreno; el pequeño, rubio.
- En oraciones que contienen conjunciones adversativas no oracionales (pero, sino):
No lo veo grande, sino gordo.
Sin Antoñito estamos más tranquilos, pero más apagados.