Signo ortográfico con forma de estrella (*) que se sitúa en la parte superior del renglón, insertándose como símbolo. Sus usos son los siguientes:
- Como llamada de nota al margen o a pie de página dentro de un texto. Si es necesario introducir más de una llamada en una misma página, lo más recomendable es utilizar números arábigos, salvo en fórmulas o tablas numéricas, ya que estos podrían confundirse con un exponente (número superíndice) o una variable.
- En obras gramaticales, se antepone el asterisco a las palabras, expresiones o construcciones consideradas agramaticales (elementos que se apartan de las reglas del sistema de la lengua):
*Pienso de que vendrá (forma correcta: pienso que vendrá).
- En informaciones o comentarios etimológicos, se antepone a un vocablo hipotético, término que posiblemente existió en algún momento, aunque no haya constancia escrita; por lo que se llega a él a través de una reconstrucción: *bava, *appariculare.
- Delimita la palabra o expresión que debería aparecer en negrita en textos que no admiten el uso de formatos tipográficos:
Te he dicho que no tengo *nada* que ver en ese asunto.