La Ortografía de la RAE da cuenta de las normas que deben seguirse cuando se emplean en textos de nuestro idioma palabras o expresiones pertenecientes a otras lenguas. En su última edición (2010), además, equipara el tratamiento ortográfico de todos los préstamos lingüísticos (voces de otras lenguas que se incorporan a nuestro caudal léxico), con independencia de que procedan de lenguas vivas extranjeras (extranjerismos) o se trate de voces o expresiones latinas (latinismos).
De acuerdo con estas normas, los extranjerismos o latinismos crudos (importados sin modificaciones de la lengua extranjera) deben intentar pronunciarse como en su lengua original y hay que escribirlos con resalte tipográfico —cursiva o comillas— para señalar su carácter ajeno a la ortografía del español: a capella, hardware, light, affaire...
En cambio, los extranjerismos y latinismos adaptados deben escribirse sin ningún tipo de resalte y se someten a las reglas de acentuación gráfica del español. Estos préstamos se han adaptado mediante dos vías:
- Algunos extranjerismos han acomodado su grafía a la pronunciación: baipás (< bypass), cruasán (< croissant), fular (< foulard), pádel (< paddle)…
- Otros han acomodado la pronunciación a la grafía: airbag [airbág], gay [gái], punk [púnk]…